Una casona rodeada de campo convertida en un hotel con un historia para contar

Olaf Jacobson llegó a la chacra por primera vez en 1985. Junto a su madre y dos hermanos se mudaron al campo en Azul para darle vida a la casona y las cinco hectáreas que su abuelo materno había comprado en los 60 para desarrollar un centro de inseminación artificial para bovinos y un laboratorio para mejoramiento genético del ganado.

La casa -está a metros de la ruta 3 pero sólo se divisa una vez que se atraviesa la arcada de bienvenida- había sido construida en 1907 por una familia galesa y vendida a otra familia, tras la crisis del 29. Esa es la historia más antigua. Un poco más reciente fue la partida de Olaf y sus hermanas para estudiar. Entonces, la madre quedó sola en un casa enorme y muy difícil de mantener.

Con sus estudios en turismo y hotelería avanzados, a Olaf se le ocurrió empezar a alquilar las habitaciones. Lo cuenta él. “Eran nuestras propias habitaciones. Ibamos de Capital a Azul los fines de semana largos y si llegaba algún turista, nos íbamos cambiando de lugar y el lunes volvía todo a su sitio”.

Cinco años después de esa idea inicial comenzó a nacer lo que hoy es Chacras de Azcona. Un sitio web, cocheras techadas creadas especialmente tras una granizada histórica en Buenos Aires y el arreglo de la pileta semi olímpica, una de las joyas del lugar construida por los primeros dueños para sus hijas a las que les gustaba nadar.

Sigue contando Olaf: «Una vez que me recibí, me vine a instalar a la chacra pero todos los inviernos me iba al exterior a hacer contra temporadas de lo que fuera. La gente en invierno no venía. Azul no es una ciudad turística y desarrollar un proyecto turístico en un lugar donde no hay turistas tiene esas cosas… Había que empezar de cero».

A 17 años de estar rotando por las habitaciones, hoy el lugar recibe gente todo el año. Para Olaf, buscan un acercamiento a la vida rural que él llevaba cuando era un niño. Hay algo de eso pero mucho más.

La casona es una invitación a recorrerla, a viajar en el tiempo en cada ambiente. Olaf se crío allí y por ahí no lo dimensiona, pero claramente se trata una de las joyas ocultas de Azul. Y vale la pena descubrirla.

Para tener en cuenta

La hostería cuenta con habitaciones dobles y triples y servicio de desayuno. El hostel tiene habitaciones para hasta cinco personas y se comparten áreas comunes como el baño, el living, la cocina y el asador.

Dirección: Ruta nacional 3, Km 300, Azul. Teléfono: +54 02281 429196. Mail: laschacrasdeazcona@gmail.com

Fuente: Clarin