El año pasado, el total de usuarios creció más que el doble que en 2021. Sin embargo, está lejos del récord que había alcanzado en 2019.
Tras el fin de la pandemia y las restricciones a la movilidad, el subte recuperó gran parte de sus pasajeros. Sin embargo, sigue por debajo del récord de usuarios que había logrado antes de la crisis sanitaria, y parece improbable que vuelva a alcanzar ese nivel.
Según Subterráneos de Buenos Aires, la empresa estatal porteña que controla la red, el año pasado las seis líneas transportaron a 221.639.143 personas. En 2021, habían sido 91.206.914 pasajeros.
La recuperación tiene una explicación clara: en 2022 ya no hubo ninguna restricción para viajar por la situación sanitaria, corregida con la vacunación contra el Covid. En 2021, en cambio, sí persistían las medidas para controlar la movilidad y evitar contagios en la red.
Por ejemplo, recién el 10 de agosto se amplió el aforo permitido a 40 personas por vagón, el 7 de septiembre se reabrió el total de estaciones, en octubre se liberó la capacidad de usuarios por tren y finalmente en diciembre se volvió al horario completo de funcionamiento.
En porcentajes, el crecimiento de 2022 frente a 2021 fue del 143%. Y se dio de manera bastante pareja en todas las líneas:
- La A subió un 141%.
- La B, 128%
- La C, 142%
- La D, 152%
- La E, 189%
- La H, 130%
Estos números tienen, de todas formas, algunos matices. Por ejemplo, la línea E es la que más creció porcentualmente, pero sobre una base más pequeña porque es la línea que menos pasajeros transporta: 18,3 millones de pasajeros en 2022, contra 6,3 que había llevado en 2021.
En el otro extremo, el crecimiento más moderado lo tuvo la B, pero es la línea que más gente lleva. Fueron 52,7 millones de pasajeros en 2022, contra 23 del año anterior.
Sin embargo, el total de pasajeros del año pasado fue sólo un 68% del máximo histórico que se había alcanzado en 2019, con 325.301.518 usuarios. Ese año se había llegado a semejante cifra entre otros motivos porque se agregaron las tres últimas estaciones de la línea E: Correo Central, Catalinas Norte y Retiro. Así la red, alcanzó las 90 estaciones actuales.
Dicho de otro modo, hoy el subte transporta a unas 900.000 por día hábil, cuando en 2019 promediaba 1,3 millón por jornada.
En lo que va de este año, la cantidad de pasajeros viene en línea con lo sucedido del año pasado. Por eso, y ya sin ninguna restricción para viajar, es posible imaginar que la cantidad de usuarios no siga en alza y que nunca se vuelva al nivel récord pre-pandemia.
En SBASE estiman eso. Fuentes de la empresa comentaron que «en 2022, el subte transportó un 32% menos de pasajeros que en 2019, una cifra que hoy se mantiene, dado que la pandemia vino a modificar la forma de moverse en la Ciudad. Esto tiene que ver con los cambios en la movilidad en los que incidió, principalmente, el teletrabajo. Una gran parte de los usuarios no ha vuelto a trabajar de manera presencial o mantiene un esquema híbrido. Además muchos cursos y materias de las facultades han comenzado a ofrecerse de manera online, y también incidió el crecimiento del uso de la bicicleta».
La situación del subte se asemeja a la del resto del transporte público en el AMBA. Según cifras del INDEC, el año pasado los trenes y los colectivos también recuperaron pasajeros, pero siguen por debajo de los que llevaban en 2019, con un 76% y un 86% respectivamente.
Así, este nuevo techo de pasajeros que parece haber encontrado el transporte urbano podría considerarse una de las huellas duraderas que el Covid dejó en Buenos Aires. Otra, sin dudas, es el cierre de oficinas, especialmente en el Macrocentro, lugares que ahora se busca reconvertir en viviendas, por ejemplo.
Fuente: Clarín