La despedida de uno de los fundadores, un homenaje para todos los que pasaron por Fui a la pelota.
No hubo remera para colgar en el techo, ni discurso emotivo. Pero en la misma semana de la despedida de Emanuel Ginóbili, el último de los fundadores de “Fui a la pelota” dejó el equipo tras 15 años. Y así como en 2004 todo había nacido con la idea básica de juntarnos para jugar a la pelota (contra otros, con árbitro y tabla de posiciones), la última vez no podía ser demasiado diferente.
Se armó entonces partido homenaje entre los que iniciamos el camino (ponele “las glorias”) contra los herederos, lo que con muchos años menos se fueron sumando para equilibrar el promedio de edad y que de ahora en más tendrán la difícil misión de sostener al equipo y sobre todo a su nombre. El resultado fue anecdótico (ganamos los viejos) pero el duelo generacional sirvió de disparador a la nostalgia. Porque otra vez jugamos a recordar alguno de los más de 100 personajes que pasaron por el equipo y nos detuvimos en algunos increíbles.
Estaba claro que Martín iba a ser el último en parar la pelota. El de la cadera desviada había aguantado más de lo que la ciencia había diagnosticado y el que maneja mirando para atrás ya había entregado todo. Varios volvimos del retiro para la última vez. Ya no queda ninguno de los que arrancamos en 2004. Algunos más que otros, pero en definitiva todos aportando algo, podremos cargar con el valor de haber sostenido a “Fui a la pelota” durante tantos años. Y permitir además que la leyenda continúe.
Fuente Clarin