El modelo que funcionó en la Ciudad se mudó a la Provincia. La gente gana en tiempo y comodidad para viajar y también se benefician Vidal y los intendentes.
Para un año electoral en el que Macri está obsesionado con la obra pública, el Metrobus parece ser la fórmula del éxito. Lo comprobó en la Ciudad donde de aquella lejana promesa de 10 kilómetros de subte pasó a comprar el BRT. El Bus Rapid Transit (por sus siglas en inglés) es un sistema de transporte en sí mismo que habían adoptado ciudades como Curitiba en Brasil o la colombiana Bogotá para ordenar el tránsito. Los buses corren para lugares exclusivos (muchas veces separados por muros o alambrados) y las paradas son como estaciones de subte, donde se accede pasando un molinete y donde las puertas se abren cuando llega el micro.
Aquí la primera experiencia fue en Juan B. Justo, se llamó Metrobus y quedó a mitad de camino de aquellos BRT. Sirvió en definitiva para que los pasajeros mejoren su experiencia de viaje: más rápido (los colectivos circulan sin obstáculos) y más cómodo (por las paradas en el centro de la avenida).
El sistema tuvo buena aceptación entre los porteños y comenzó a extenderse por varios sitios de la Ciudad.El proyecto más ambicioso fue el de la 9 de Julio, donde el Metrobus le cambiaba la fisionomía a la emblemática avenida de la Ciudad.
La apuesta salió bien y uno de los grandes ganadores fue Guillermo Dietrich, quien dos años antes habían desembarcado en la Ciudad como subsecretario de Transporte.
Ya como Ministro de Transporte, Dietrich encontró con el Metrobus – tal como había sucedido con Macri en la Ciudad- una buena manera de combinar gestión con obra pública.
Los trabajos son más baratos si se los compara por ejemplo con la conversión de rutas en autopistas, y los plazos mucho más cortos.
Cuando Cambiemos asumió en la Nación y la Provincia en diciembre de 2015, uno de los primeros anuncios que hizo María Eugenia Vidal fue la ampliación del red del Metrobus hacia el Conurbano. Son obras que paga la Nación, con las que puede chapear la Provincia y que benefician a los intendentes.
De aquel anuncio de Vidal habían participado los intendentes de Cambiemos Diego Valenzuela y Ramiro Tagliaferro, como intendentes de Tres de Febrero y Morón, respectivamente. Sin embargo la primera cinta se cortará en La Matanza.
Y no es casualidad. El enorme municipio del GBA reúne votos clave para la trascendental elección de este año donde con los resultados en la Provincia, Macri se jugará parte de la gobernabilidad.
Es desde la Provincia donde el PJ debate como rearmarse para las elecciones. En La Matanza pisa fuerte Fernando Espinoza, ex intendente. Su aliada y sucesora, Verónica Magario, recorrió más de una vez la obras con Dietrich y Vidal e incluso con Macri. Sin duda, con el Metrobus no sólo ganan los pasajeros.
Fuente: Clarin