Víctor Santa María siempre hizo equilibrio entre su postura política y la relación con el Gobierno porteño. Si con Mauricio Macri siempre hubo recelo y desconfianza, con Horacio Rodríguez Larreta nunca existió esa tensión. Más bien todo lo contrario.
El sindicalista siempre admitió «la buena relación» y el jefe de Gobierno no ocultó nunca la necesidad de trabajar junto al gremio en políticas públicas como la separación de la basura en los edificios.
El vínculo siempre tuvo su correlato en la Legislatura porteña donde el macrismo siempre necesitó aliados para sacar las leyes que mandaba el Ejecutivo. Sin embargo, fue un proyecto presentado por el kirchnerismo el que dejó en evidencia el ida y vuelta en la relación.
El 3 de diciembre de 2015, en la última sesión antes del recambio legislativo y del traspaso de mando de Macri a Larreta, la Legislatura aprobó con 58 votos (todos los de macrismo) la creación del Consejo de Propiedad Horizontal, un organismo cuya función era regular la vida de los consorcios y controlar a los administradores y que le daba más poder al gremio de Santa María.
Los consorcistas denunciaron un pacto entre los encargados y la Ciudad, la Legislatura amagó con una corrección y Larreta finalmente derogó la ley. Santa María no ganó más poder. Pero tampoco perdió el que ya tenía, que no era poco.
Una paritaria para 100 mil afiliados hecha a medida en la que suman plus por, por ejemplo, barrer el garaje o cuidar las plantas. Y si bien el valor de las expensas maneja el humor del 80% de los porteños, el jefe de Gobierno nunca se metió con el tema. Y el líder de los porteros devolvió el favor. Y quedó en evidencia otra vez en la Legislatura
En 2016 rompió el bloque que presidía Tomada y armó el propio con cuatro diputados que acompañaron a casi todas las iniciativas que impulsó el macrismo. Se imponía la necesidad de aliados. Hasta ahora, que los aliados son propios. Con el 50% de Carrió en las legislativas del año pasado, Vamos Juntos (Cambiemos en la Ciudad sin la UCR) suma 32 diputados. Mayoría simple.
Larreta ya no necesita los votos de Santa María. Y habrá que ver hasta dónde afecta a los porteros el plan para bajar las expensas. Entonces se sabrá si Santa María aún necesita a Larreta.
Fuente: Clarin