René Mauricio Valdés es Coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas en la Argentina.
¿Cómo es recibida la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la Argentina?
Para mi satisfacción, he encontrado una gran receptividad de la Agenda 2030 en la Argentina. La sociedad es cada vez más consciente de la necesidad de cambiar el patrón de desarrollo del país. Las sucesivas crisis económicas de los últimos 40 años, acompañadas con picos de pobreza que por momentos han alcanzado al 50% de la población, han hecho que la gente demande un nuevo patrón de desarrollo. Al mismo tiempo, ha crecido la consciencia ambiental. Un informe del Banco Mundial que realizó un análisis de percepción poblacional indica que el 90% de los ciudadanos están preocupados por la situación ambiental del país y relaciona estos problemas con las actividades humanas y económicas. Esta nueva conciencia ha llevado a que la Agenda 2030 se perciba como una hoja de ruta adecuada para abordar un desarrollo armónico de los aspectos sociales, ambientales y económicos. Asimismo, se la percibe como una propuesta neutral e imparcial ya que es el resultado de un debate de casi tres años a nivel internacional donde participaron todos los sectores, no sólo los gobiernos. La agenda ofrece ideas, no recetas, y es por ello que cada país debe adaptarla a su contexto sin perder de vista su integralidad.
¿Qué motiva a las empresas a asumir compromisos y alinearse a los ODS?
A nivel mundial, vemos a muchos empresarios muy activos con los ODS. Si bien algunas empresas abordan esto por filantropía o por imagen, yo creo que no está mal arrancar por este punto pero es necesario dar un paso más allá. Se necesita pasar de la RSE a la sustentabilidad. Las empresas deben entender que ya no se juzga el éxito empresarial sólo con indicadores financieros, los valores intangibles son igual de importantes. Las demandas sociales son cada vez mayores, sobre todo de las nuevas generaciones de consumidores que gracias a la tecnología tienen acceso ilimitado a la información corporativa. Asimismo, se multiplican las legislaciones que penalizan a las empresas por el trabajo esclavo, trabajo infantil u otras violaciones a los DD.HH. En este contexto, las empresas deben interpretar estos mensajes y actuar en consecuencia para evitar que los deje el tren de la sustentabilidad. Deben ser conscientes que el mundo está cambiando, estamos en medio de una cuarta revolución industrial que trae consigo muchos desafíos. La empresa puede meter la cabeza dentro de la arena pero creo que es un error.
Hay muchas empresas que ya entienden esto y están liderando para aprovechar las oportunidades de negocios de la sustentabilidad.
Durante el evento se destacó la necesidad de mejorar la información estadística relacionada a los ODS. ¿Qué está haciendo la ONU para ayudar a superar este desafío de información?
Efectivamente, Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, presentó un informe donde se destaca la falta de información estadística en América Latina. No es que no haya información estadística, sino que ésta es mala e insuficiente en muchos países de la región. Hay que advertir que la falta de datos no justifica la inacción de los gobiernos.