A mediados de noviembre, la Ciudad va a recibir una oleada de turistas brasileños. En los horarios comerciales, van a ir a hacer compras a la calle Florida. Incluso, a muchos se los va a ver por esa peatonal el domingo, un día en el que los porteños difícilmente la visiten. Para comer, elegirán Puerto Madero para almorzar y, el sábado, también para cenar. Y el domingo al mediodía, van a recorrer Plaza de Mayo y el Mercado de San Telmo, para así despedirse de Buenos Aires horas antes de regresar a su país.
¿Futurología? ¿Suposiciones? No: precisiones obtenidas mediante el uso de big data aplicado al turismo en la Ciudad. «Nuestro sistema de inteligencia turística recibe y entrecruza 820 millones de registros de múltiples fuentes -explica Federico Esper, director general de Inteligencia de Mercado y Observatorio del Ente de Turismo porteño.
Los datos provienen de la Encuesta de Turismo Internacional del Indec; las llegadas y partidas desde Ezeiza o Aeroparque; la ocupación hotelera, o los rastros que se dejan al buscar información o hacer reservas aéreas a través de plataformas digitales, entre otras fuentes.
Una de esas fuentes permite un seguimiento preciso de los movimientos de los viajeros internacionales en la Ciudad. Y es el roaming. Cuando un extranjero llega a Buenos Aires, enciende su teléfono celular y si activa el roaming, también prende una señal que brinda información muy valiosa. La suma de roamings de celulares de un mismo país va dejando marcas que permiten conocer por dónde se mueven. A no asustarse, no es Gran Hermano. Sólo se señalan tendencias, como la que inicia esta nota.
Cada vez que en Brasil hay un fin de semana largo, la cantidad de «roamers» brasileños en Buenos Aires se multiplica. El próximo será a partir del 15 de noviembre, el Día de la Proclamación de la República del Brasil. También llegan muchos brasileños en la temporada de cruceros o cuando hay un partido de fútbol importante en la Ciudad.
Siguiendo a ese conjunto de roamers brasileños, la Dirección de Inteligencia de Mercado y Observatorio del Ente porteño llegó a ciertas conclusiones. Como que eligen hospedarse en hoteles céntricos o de Retiro. O que van a Caminito los sábados al mediodía, antes de almorzar. También, que son fanáticos de la calle Florida, aunque los domingos van menos porque los negocios están cerrados.
Por otro lado, el barrio favorito de los visitantes estadounidenses es Palermo. Aparecen sobre todo en otoño o en verano. Van a almorzar o a cenar y, los sábados a la tarde, visitan las ferias de las plazas Armenia y Serrano. Pero sobre todo, les gusta su vida nocturna. Hasta la 1 del sábado o la medianoche de los días de semana, las horas pico, se concentran en las zonas de bares. Hacia las 4, en cambio, los poseedores de celulares estadounidenses se centralizan en los boliches.
Esta información, disponible en la web del Observatorio Turístico del Ente, sirve para optimizar la oferta para esos turistas y mejorar negocios locales. Por ejemplo, los comerciantes de la calle Florida pueden saber qué domingos abrir y en qué horario para aprovechar el mayor flujo de brasileños durante un fin de semana largo en ese país.
Los datos son útiles para emprendedores, hoteleros, prestadores de servicios turísticos, compañías de transporte, comercios, locales gastronómicos, organizadores de congresos, cámaras y asociaciones y museos, y espacios culturales.
Un ejemplo es la Fundación Proa, que solicitó fondos internacionales para recuperar los colores de Caminito argumentando, entre otras cosas, que el paseo es visitado por 9.000 personas por día. La cifra surgió del Observatorio de Turismo de la Ciudad, que también suele ser consultado por museos para responder preguntas como qué día y a qué hora programar una visita guiada en portugués.
El propio Gobierno porteño utiliza la información del Observatorio para elaborar políticas públicas. Un caso en ese sentido es la ley de promoción hotelera, que incentiva a los establecimientos a hacer obras de modernización a cambio de créditos fiscales. El plan surgió porque se observó que, aunque los hoteles de cuatro estrellas porteños tienen tarifas más bajas que los de Lima o Santiago de Chile, recibían malas calificaciones en las redes sociales. La queja generalizada es que parecían detenidos en el tiempo.
El análisis de Big Data muestra que los barrios más visitados por los turistas internacionales son Retiro, San Telmo, Recoleta, Palermo, Puerto Madero, San Nicolás y Monserrat. El único del sur donde se observa algo de movimiento nocturno es Barracas, donde se encuentra Señor Tango. El seguimiento de los viajeros también revela que, de a poco, se animan a conocer otras zonas que no son tradicionalmente turísticas. Así, el 31% de los visitantes extranjeros que van a la Plaza Armenia, después pasean por Belgrano, y el 22% explora Villa Crespo.
«El nuevo viajero busca el encuentro más cercano posible con la identidad y las expresiones culturales de los barrios -señala Gonzalo Robredo, presidente del Ente de Turismo de la Ciudad-. Y los porteños se enriquecen con la llegada de viajeros. Que este fenómeno se extienda a todos los barrios es una oportunidad para seguir fortaleciendo esta identidad cultural, diversa y creativa de Buenos Aires, que además genera desarrollo económico y más empleo».
Fuente: Clarin