Según un informe publicado por la Secretaría de Transporte y Obras Públicas de la ciudad de Buenos Aires, se busca que ese porcetanje llegue al 50% para 2030.
Con el objetivo de seguir reduciendo las víctimas fatales en siniestros viales la Ciudad presenta su segundo Plan de Seguridad Vial.
Durante el pasado 2020 se redujo 20% la cantidad de víctimas fatales en siniestros viales. Fueron 82 los fallecidos en incidentes de tránsito el año pasado y disminuyeron 20% respecto al año previo.
“Trabajar en la seguridad vial es salvar vidas. Además, en este contexto, es una buena manera de aliviar el sistema de salud para que pueda abocarse de lleno a la pandemia. Este nuevo plan de trabajo para bajar la cantidad de muertes por siniestros de tránsito tiene mucho análisis detrás y es una manera de darle continuidad al trabajo que ya venimos haciendo en los últimos años. Con planificación, con objetivos claros y acciones concretas los resultados se logran. Si bien hoy el foco está 100% en la pandemia, seguimos trabajando en todo lo que hace a la vida de la gente, a la vida en la Ciudad.” Felipe Miguel, Jefe de Gabinete de la Ciudad de Buenos Aires.
«El año 2020 modificó la forma en que nos movíamos y esto tuvo un claro correlato en los niveles de siniestralidad de la Ciudad. Pero también nos presenta un gran desafío, que es acompañar las nuevas decisiones de movilidad de los vecinos con más infraestructura para ciclistas, controles a conductores, capacitación a choferes profesionales y un mayor compromiso ciudadano. El segundo Plan de Seguridad Vial refuerza nuestra política pública y afirma el camino que estamos construyendo juntos para no tener que lamentar ninguna víctima más a causa de un siniestro de tránsito.» Juan José Mendez, secretario de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad de Buenos Aires.
La estrategia implementada en la Ciudad está enmarcada en el programa Visión Cero, un plan 360 de seguridad vial a largo plazo que se propone reducir a cero el número de fatalidades por siniestros viales y contempla que “No hay pérdida de vida que sea aceptable”. En ese sentido, todas las acciones planteadas profundizan la estrategia iniciada en 2016.
Movilidad en pandemia
La circulación durante 2020 llegó a cifras históricas que se registraron exponencialmente durante los primeros meses de pandemia y afectaron a todos los medios de movilidad: se presentó una fuerte baja en los viajes en transporte público —que hasta ahora se encuentra restringido para esenciales— y una suba exponencial de los viajes en bicicleta, que crecieron de 320 mil viajes diarios en 2019 a 405 mil en 2020 (27%).
En este sentido, los meses con mayor cantidad de casos fatales fueron Enero, Febrero, Noviembre y Diciembre; períodos del año donde no hubo ASPO y se presentó una mayor cantidad de vecinos en las calles. Pero también durante los meses que se extendió el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, se registraron incidentes viales que tuvieron que ver, sobre todo, con el exceso de velocidad.
Que haya mucho menos flujo vehicular no significa que las personas respeten más las normas. Al haber menos vehículos en la calle los conductores tienden acelerar más, o no respetar los semáforos en rojo. Cuando eso pasa, puede registrarse un mayor número de incidentes viales y de mayor gravedad en los que la velocidad es un claro factor de riesgo implicado.